Rutas de senderismo para mascotas
Ruta de senderismo para mascotas en la Sierra Norte de Madrid
La Sierra Norte de Madrid ofrece rutas de senderismo perfectas para disfrutar junto a tu mascota. Rodeados de paisajes espectaculares, podrán explorar senderos donde tu amigo de cuatro patas también puede disfrutar de la aventura. Encuentra aquí las mejores rutas pet-friendly para compartir momentos especiales en plena naturaleza. ¡Aventúrate con quien más quieres y descubrir nuevos caminos juntos!
Nuestras rutas de senderismo para mascotas
Ruta del Puente Romano
Este breve paseo de El Berrueco a Sieteiglesias guarda uno de los tesoros viarios de la Sierra Norte de Madrid, el puente romano. Este puente de origen incierto, cruza el arroyo Jóbalo y es posible que formara parte de una ramificación norte de la vía romana 25 del itinerario de Antonino, camino que partiendo desde «Toletum», continuaba hacia el norte buscando el puerto de Somosierra por Buitrago de Lozoya. Lo que sí se sabe es que hasta el siglo XVIII ha sido paso obligado de carruajes hacia Madrid desde Somosierra, así como dirección norte para ir a Burgos, Soria, etc., ya que era el único puente de piedra que cruzaba el Jóbalo. Se trata de un puente de un solo ojo, formado por una bóveda de cañón de sillería, levantándose el resto de la estructura mediante mampostería con mortero de cal.
Partiendo de El Berrueco, seguimos la indicación hacia el Puente romano de la Señal Vertical (S.V) (SN96) situada en la esquina de la carretera de Cervera y la travesía de Cervera. El paisaje, dominado por los afloramientos graníticos y los paisajes abiertos dominados por los cerros graníticos de las Cabreras. Una vez en la S.V. (SN95), continuamos hacia Puente romano, ahora caminamos entre fincas cercadas por muros de piedra seca y la carretera de Siete iglesias a nuestra izquierda. Un poco más adelante, el camino se interna entre fincas para desembocar en el puente romano, por el cual cruzamos el arroyo Jóbalo.
El camino ahora próximo a la carretera, nos conduce hasta la localidad de Sieteiglesias, donde no nos podemos perder la Necrópolis medieval, un yacimiento que se localiza en lo alto de una zona denominada «Berrocal de la Iglesia», caracterizado por un conjunto de afloramientos de tipo granítico. Hasta el momento se han documentado 85 tumbas que sitúan al yacimiento al final de la Edad Media, pudiendo corresponder a las repoblaciones cristianas que tuvieron lugar en esta zona entre los siglos IX y XI.
Los Altos del Hontanar. MTB
Desde la bonita localidad de Lozoya, a orillas del embalse de Pinilla y custodiada por la grandiosidad del pico del Nevero y los Montes Carpetanos, comenzamos la ruta. Tomamos el Camino Natural del Valle en dirección a El Cuadrón, tras bordear el embalse de Pinilla y cruzar el puente medieval del Congosto, acompañamos al rió Lozoya, que en este tramo se adorna de bonitas bañeras que nos invitan a darnos un refrescante baño. Aproximadamente en el km 7 de nuestra ruta nos incorporamos al ramal del Camino Natural que conduce a Canencia. El camino prácticamente llano nos lleva a uno de los puentes de mas bella factura de la Sierra Norte, el puente de Cal y Canto, lo cruzamos y acto seguido entramos en Canencia.
Junto a la Iglesia, vemos una señal indicativa de la Red de Caminos Carpetania que nos indica el Puerto. A partir de aquí, debemos estar atentos a las marcas de pintura amarilla, que nos acompañaran gran parte del recorrido. Salimos de Canencia por la carretera que sube al Puerto de Canencia y aproximadamente en 1,5 km dejamos la carretera y tomamos una pista que sale a nuestra izquierda, cerrada con una valla forestal. La pista asciende bajo la sombra de un bonito pinar donde podemos ver bonitos ejemplares de tejo.
Una vez en el Puerto, podemos ver una señal direccional de la red Carpetania, seguimos la indicación hacia Abedular de Canencia, Refugio de la Morcuera, continuamos atentos a las marcas de pintura amarilla. Tomamos la pista, poco después pasamos junto a una albergue y nos internamos en un precioso pinar, que cuando se despeja nos deja impresionantes vistas hacia los altos del Hontanar y el valle de Canencia.
Tras recorrer este bello pinar, que forma parte del Parque Nacional, llegamos al collado del Hontanar, collado que se forma en la confluencia de los Altos del Hontanar con la sierra de la Morcuera.
Llaneamos hasta un cruce, abandonamos las marcas amarillas y tomamos un camino que sale a nuestra derecha, seguimos la indicación del Parque Nacional (Majada del Cojo). Iniciamos un suave descenso que poco a poco se va acentuando, pasamos por un refugio abierto, la Majada del Cojo y continuamos descendiendo por un precioso camino que nos deja impresionantes vistas del valle alto del Lozoya y de las imponentes alineaciones montañosas del Parque Nacional.
Una vez en Alameda del Valle, nos incorporamos de nuevo al Camino Natural del Valle en dirección a Pinilla, por donde pasamos antes de regresar de nuevo a Lozoya.
Senda Pisachon
La ruta parte de las antiguas eras del pueblo de El Atazar, hoy convertidas en un museo al aire libre, y continúa por la calle Las Eras hasta llegar al camino Riato. En este punto gira a la derecha y toma la pista que se dirige a Robledillo de la Jara durante 900 m. A la izquierda del camino, desviándose unos 150 m ladera abajo, en la curva que hace la carretera M-133, se puede ver una fuente del siglo XVI que parece tener un origen árabe. Retomando la pista se cruza el Vallejo de la Lanzada y se inicia una ligera subida. Una vez arriba, la ruta se desvía a la izquierda, hacia el paraje de La Matosa, por un camino ancho entre jaras. Este camino, tras 800 m de recorrido, llega a la carretera M-133. En este punto la ruta continúa por el acceso asfaltado hacia la antigua zona recreativa de Juan Gil. Poco antes de llegar a este lugar, hoy abandonado, la ruta se desvía por un camino de tierra que sale a la izquierda. Se llega a una bifurcación y la ruta continúa por el camino de la izquierda hasta llegar a los tinados de ganado que se asoman al embalse de El Atazar. La vuelta se realiza por el mismo camino.
La senda discurre en su totalidad por la Zona Especial de Conservación (ZEC) “Cuenca del río Lozoya y Sierra Norte”. La formación vegetal predominante es un jaral con romero, que ha cubierto los antiguos campos de cultivo, aunque también se pueden ver algunos pies aislados de encina de gran porte. A lo largo del recorrido destacan las panorámicas sobre el embalse de El Atazar y, en el final del recorrido, las vistas del muro de la presa.
Los tinados del Pisanchón son unas edificaciones tradicionales utilizadas para guardar el ganado. Se construyeron utilizando las rocas de pizarra de la zona y se techaron con teja árabe, paja y jara sobre vigas de madera sin desbastar. Actualmente están en desuso.
La Fuente Vieja o Fuente Árabe se construyó en el año 1585 y se asocia con el posible origen árabe de El Atazar. Los vecinos utilizaron esta fuente para sus necesidades diarias hasta mediados del siglo XX, momento en el cual se construyó una pila de piedra en el pueblo que se abastecía de un manantial cercano.
Viña la Loma
La ruta Viña la Loma comienza en la Plaza Constitución en Serrada de la Fuente, continúa por la calle Real y gira a la derecha hacia el frontón y después a la izquierda por la calle Era Empedrada. Baja por el camino de la depuradora entre encinas, con el arroyo del Pozo de la Pila a la izquierda. A unos 800 m se llega a un cruce donde se debe ignorar el camino de la izquierda y seguir de frente. A escasos metros se encuentra un zarzo con barrera, que se cruza por un paso de peatones lateral, internándose en el pinar de Casasola por una pista forestal que discurre entre pinos resineros y jaras. A un kilómetro se encuentra el siguiente cruce, donde se gira a la izquierda. El camino de la derecha asciende al paraje denominado Viña la Loma, pero la senda continúa bajando unos 300 metros hasta el punto de menor cota del recorrido, donde se encuentra otra confluencia que se debe coger a la derecha. Desde aquí comienza el ascenso de regreso a Serrada, con el arroyo de Prado Linarejo a la izquierda y bonitas vistas del embalse de El Villar. Unos 500 m después de pasar otro zarzo por el paso peatonal se encuentra un depósito de agua para bomberos forestales junto a un abrevadero para el ganado y poco después un cruce de caminos donde se debe girar a la derecha. Hasta la siguiente bifurcación a 500 m, el camino se va despejando de vegetación y se puede disfrutar de las vistas panorámicas del casco tradicional de Serrada de la Fuente y de su entorno así como de la Sierra, con Peñaparda en primer plano. En el cruce se gira a la derecha y tras cruzar un paso canadiense por la puerta peatonal, el camino llega recto a la Plaza de la Constitución.
La ruta recorre zonas de pastos, antaño dedicadas al cultivo de cereales, y en las que paulatinamente está regenerándose el encinar. En zonas con mayor humedad, como las riberas de los arroyos del Pozo de la Pila y de Prado Linarejo, también crecen fresnos, sauces y alisos. La senda se interna en el Monte de Utilidad Pública Perímetro de Casasola, repoblado de pino resinero. El tipo de roca predominante son los esquistos que son rocas metamórficas que se fragmentan en láminas finas. Desde los puntos más elevados del recorrido es posible contemplar buenas panorámicas del pueblo y de su entorno así como de la Sierra y del embalse.
Maravillas de la Sierra del Rincón
La ruta que os animamos a disfrutar a continuación es la fusión de otros dos itinerarios propuestos de Carpetania, la Ermita de Nazaret y Pueblos de la Sierra del Rincón, siendo esta una ruta de más recorrido que une los pueblos de Horcajuelo, Montejo y Prádena además de la ermita de Nazaret. El itinerario transcurre por un marco natural incomparable, la ruta nos ofrece destacadas muestras de arquitectura rural, zonas de huerta, prados cercados con muros de piedra seca, vías pecuarias…todo un reflejo de la vida rural de estos pueblos.
Partimos de Prádena del Rincón, desde la Señal vertical (S.V.) (SN127) y nos dirigimos hacia Collado de la Dehesilla / Horcajuelo. Bajamos por una calle y nos topamos con la Iglesia de Sto. Domingo de Silos, que además de destacar por su bella factura, posee una necrópolis del s.XII. Recomendamos su visita. Tras salir del pueblo descendemos al rio Cocinillas, el cual cruzamos y ascendemos hasta un cruce donde vemos la S.V (SN32). Continuamos dirección Horcajuelo / Montejo. El camino a media ladera, nos conduce a Horcajuelo. Antes de entrar en el pueblo pasamos por la ermita de Ntra. Sra. de los Dolores. Horcajuelo es un pueblo con una arquitectura rural muy cuidada por lo que os recomendamos un paseo por sus calles. Desde la S.V. (SN74) seguimos en dirección Montejo / Ermita de Nazaret. Tras un breve tramo por carretera, entramos en el camino de las huertas, un precioso camino jalonado de muros de piedra seca bajo la sombra de nogales, robles y fresnos. A ambos lados del camino podemos ver pequeñas huertas tradicionales, en donde se cultiva entre otras hortalizas los famosos judiones de Montejo. El camino desemboca en Montejo. La Fuente de los Tres Caños, la Iglesia de S. Pedro in Cathedra o el horno suspendido son algunos atractivos que no deberíais perderos.
Desde la Plaza de la Fuente en Montejo, donde podemos ver la Señal Vertical (S.V.) (SN75), partimos en dirección Ermita de Nazaret. En esta plaza se ubica la fuente de los tres caños, construida en el siglo XIX pero inaugurada por Clara Campoamor en 1927 y que sirvió hasta no hace tanto de abrevadero para el ganado. Descendemos hasta la Ermita de la Soledad (siglo XVI). Tomamos la calle que baja y que nos deja en una pasarela que cruza el rio de la Madre. A partir de aquí comenzamos la subida, atravesando las grandes praderas que albergaban los linares. Desde lejos ya vemos la silueta de la Ermita en lo alto de un cerro. Una vez en la Ermita, podemos contemplar las bonitas panorámicas que nos ofrece desde su privilegiada atalaya.
Después de la parada obligada en le ermita para disfrutar de este enclave, tomamos el camino de grava que sale hacia el Norte desde el lateral de la Ermita, atravesamos un zarzo y llegamos a un cruce donde se ubica la S.V. (SN80), tomamos el camino que se dirige a Prádena / Montejo (por cordel del calvario). Nos adentramos en una amplísima vía pecuaria, delimitada por trabajados muros de piedra seca que nos deja en la carretera de Puebla. Nada más cruzar, vemos la S.V. (SN137) y continuamos por el camino de los cañuelos, dirección Prádena / Montejo. Tras rebasar un arroyo y remontar la ladera, caminamos por amplias praderas, salpicadas de algunos de rodales de robles y rosales silvestres. Descendemos suavemente, hasta alcanzar el arroyo de los santillos. El camino, ahora en subida, nos conduce a la carretera de Puebla, y continuamos dirección Prádena por la senda del agua, según nos indica la S.V. (SN148). Tras un pequeño tramo por la acera, regresamos de nuevo a Prádena del Rincón.
Secretos del Valle Medio del Lozoya
Invitamos a descubrir a través de esta ruta algunos secretos fuera del ámbito turístico de la Sierra Norte. Los pueblos del Valle medio, son un auténtico refugio de tranquilidad, con una naturaleza exuberante que nos permiten realizar rutas de pueblo a pueblo como esta que nos ocupa y descubrir lugares poco conocidos.
Siguiendo las indicaciones de la Señal Vertical (S.V.) (SN73), situada en la Plaza del Sol de Braojos, nos dirigimos hacia Erta. del Buen Suceso / La Serna. Tras un breve tramo por carretera, nos incorporamos a un camino que en pocos metros nos acerca a la bonita Ermita del Buen Suceso, situada en un bello lugar. El camino entre paredes de piedra seca se interna en una zona de naturaleza exuberante donde nos encontramos con una pequeña y escondida laguna temporal. Tras pasar una cancela entramos en una zona despejada de matorral bajo donde tomamos una pista de zahorra blanca, justo al incorporarnos a esta pista podemos ver un bunker de la Guerra Civil frente a nosotros. El camino nos deja poco después en la Serna del Monte. En la S.V. (SN107), seguimos las indicaciones hacia Gascones / Buitrago. Tras un pequeño tramo por carretera, tomamos un camino que atraviesa una pradera hasta salir de la misma a un camino de servicio paralelo a la autovía, poco después nos topamos con la S.V. (SN105), donde nos incorporamos al camino de Gascones. Este bello camino vecinal entre muros de piedra seca nos deja tras un corto trayecto en la entrada del municipio. Junto a la carretera vemos una cartelera de Carpetania y frente a ella una S.V. (SN103). Nos incorporamos al Camino de Braojos, otro camino tradicional que nos brinda bellas vistas de Braojos a medida que nos acercamos, localidad posada a los pies de los Montes carpetanos y rodeado de bosques y dehesas. Os recomendamos visitar la iglesia de San Vicente Mártir, una obra maestra conocida como la Catedral de la Sierra Norte.
Ruta de los Puentes Medievales
Uno de los elementos principales del patrimonio viario de la Sierra Norte de Madrid son los puentes, muchos de ellos de bellísima factura y construidos durante la época medieval. Estos puentes eran puntos de paso obligado para los rebaños que durante siglos recorrieron nuestros caminos y dehesas. Para cruzarlos se cobraba unos derechos de pontazgo, algo así como un peaje que iba manos al señor de la zona.
La ruta comienza en el bellísimo pueblo de Canencia, junto a la Iglesia Sta. María del Castillo, Partimos de la señal vertical (S.V.) de Carpetania (SN78) y seguimos la indicación hacia el Puente de Cal y Canto. Descendemos por las calles del pueblo en dirección al arroyo de Canencia el cual cruzamos por el puente de Cal y Canto. Su origen puede situarse en el s. XIV, ya que aparece reflejado por el rey Alfonso XI (1311-1350) en su Libro de la Montería. Tiene forma de lomo de asno y está constituido por dos arcos de medio punto, de dimensiones muy desiguales, como consecuencia de su ubicación entre dos orillas de distinta rasante. La verdad es que todo en él es asimétrico. Es uno de los puentes de más bella factura de toda la Sierra Norte y su nombre posiblemente se debe a los bolos de piedra con los que esta pavimentado.
Seguimos la indicación hacia el Puente de Matafrailes de la S.V. (SN45-Pte. de Cal y Canto), y acompañamos el arroyo de Canencia aguas abajo. El camino nos conduce a una bonita dehesa de robles y llagamos a un cruce donde de nuevo tenemos una S.V. de Carpetania (SN146 – La Dehesa), donde tomamos el camino de la izquierda en dirección al Puente del Congosto, al que llegamos remontando el cauce del rio Lozoya, que vemos a nuestra derecha. Este puente, de origen incierto, arranca desde la propia roca que forma las laderas. Se construyó con sillarejo basto y está formado por un solo arco de medio punto de 6 m de luz. En su parte central el arco tiene doble rosca con grandes dovelas. A ambos lados aparecen desagües de planta rectangular. Sobre su origen tenemos dos hipótesis, que se construyera en época romana o en época medieval, ya que su forma es característica de los Siglos XII-XIII. Junto a el encontramos las ruinas de lo que fue un antiguo molino.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta la S.V. (SN146-La Dehesa), y seguimos de frente siguiendo la flecha que nos indica Puente de Matafrailes. Como en los otros puentes, su origen no está nada claro, pero lo más probable es que tenga un origen tardo medieval. Su fábrica es de mampostería y muestra un único ojo, formado por un arco apuntado. El tablero es lo más llamativo, ya que tiene una anchura mayor en los extremos que en el centro, posiblemente para facilitar el cobro de los derechos de pontazgo.
Continuamos nuestro camino por zonas de robledal, cruzamos la carretera M-629 y continuamos hasta la siguiente S.V. (SN99-Prados Cerrados). En este punto, os recomendamos acercaros al cercano pueblo de Garganta de Lozoya. En todo caso, nuestro camino continua siguiendo la indicación que nos dirige hacia Canencia, y que atraviesa un bonito robledal hasta llegar a un hermoso collado desde el que descendemos con vista hacia el valle y la población de Canencia para finalizar nuestra ruta.
Los cerros de los Altos del Hontanar
Este cordal, que se escinde de la Sierra de la Morcuera, pone coto al Valle alto del Lozoya en su lado Sureste, y se extiende hacia el Norte dejándonos unas increíbles vistas a ambos lados. Sobre este cordal se alzan varias montañas de mediana altitud como La Cachiporrilla, El Cerro del Águila o El Espartal.
La ruta que os proponemos parte de la bonita localidad de Pinilla del Valle, donde es posible visitar el conjunto arqueológico del Valle de los Neandertales, y asciende por un hermoso robledal al collado del Portachuelo. Este collado se rodea de las cumbres del Cerro del Águila y La Cachiporrilla, verdaderas atalayas desde donde contemplar el Valle Del Lozoya, y todas las majestuosas montañas que rodean el valle.
Senda del río Hayedo de Montejo
El Hayedo de Montejo es un Espacio Natural Protegido (declarado Sitio Natural de Interés Nacional, en 1974), constituido por los montes de Utilidad Pública de El Chaparral y La Solana, de 250 hectáreas de extensión. Fue declarado por la UNESCO Patrimonio Natural de la Humanidad en 2019.
Este singular Hayedo es una de las dos zonas núcleo de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón junto con la Dehesa Boyal de Puebla de la Sierra. Está dedicado a la conservación e investigación y es un Espacio Natural Protegido muy sensible (Sitio Natural de Interés Nacional),
Contiene el único bosque de hayas que puede encontrarse en la Comunidad de Madrid, y presenta una elevada diversidad biológica.
El hayedo se visita en grupos reducidos y en compañía de un guía, por lo que es conveniente realizar reserva con antelación. Estos pases se solicitan en el Centro de Recursos e Información de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón situado en Montejo de la Sierra, c/Real, 64. El Centro de Información de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón, está abierto todos los días en horario de 9.30 a 15.00 horas. En el Centro podrás visitar una exposición de los ecosistemas, flora y fauna más representativos del territorio, informarte de las sendas autoguíadas que recorren la Sierra del Rincón, de donde comer y dormir en la zona y de todos los puntos de interés que merecen una obligada visita.
Consulta la ficha completa de especificaciones de accesibilidad AQUÍ
(Informe realizado por la entidad INFINIA, noviembre 2021)
Ruta Cerro Larda. Puebla de la Sierra.
Esta ruta recorre el camino viejo de Robledillo, hasta llegar al Cerro Larda, transcurriendo por el valle de Puebla, el cual ofrece unas bonitas vistas en cualquier época del año. Podemos comenzar esta ruta en el municipio de “Puebla de la Sierra” desde el murete informativo, o bien, en el área recreativa junto al río, situado en la salida del pueblo junto con una zona de aparcamiento señalizada.
Durante el inicio del recorrido, pasaremos por la Ermita de la Soledad y por la Fuente Vieja, por una senda que nos conducirá a las huertas y nos bajará hasta el río, donde merece la pena pararse y pasear por su ribera.
Una vez cruzado el río por un puente, se continuará la ruta por un camino hasta llegar a un cruce, en el cual, se cogerá el camino de la izquierda. Continuando por la ladera, veremos unos tinados (construcciones de la zona en piedra y pizarra) que se utilizan para el ganado. A continuación, llegaremos al Arroyo de los Hermosillos, desde donde aún se pueden ver, por encima el sendero las pozas para cocer el lino que se producía en el pueblo.
Más adelante, nos encontraremos un cruce en el que, cogiendo el camino derecho, llegaremos al Collado Larda. Una vez allí, subiremos por el monte y se podrá contemplar el Barrio de la Ciquiruela, formado por un conjunto de tinados que se utilizaban en la trashumancia de ganado dentro del municipio.
Pasaremos por la “Pradera de la Longañuela”, y tras ella, se verá la Peña Atalaya, a la que hay que subir por sus rocas.
Al final de la ruta, continuaremos por una senda que nos conducirá hasta el río de La Puebla.
Finalmente, recorreremos unos tinados, los mismos que pudimos ver desde el Collado Larda, utilizados para guardar ovejas. Tras los cuales continuaremos por una carretera en dirección al pueblo, dando por terminada esta aventura.
Ruta por la historia
La ruta por la Historia de La Cabrera, es un itinerario temático que nos ofrece la oportunidad de conocer tres lugares históricos a través de una ruta por un espectacular entorno natural y paisajístico.
Comenzamos internándonos en la dehesa de Roblellano, un espacio natural de gran interés poblada de fresnos, robles y encinas y salpicada de lajas graníticas donde se forman pequeñas lagunas temporales.
La primera parada histórica la encontramos después de tomar un ramal (señalizado) que nos lleva a la Tumba del moro, Cualquier aficionado a la arqueología disfrutará visitando esta pequeña necrópolis de época visigoda, excavada en su totalidad a principios de los años noventa. Está vinculada a un asentamiento rural del Siglo VII y la forman diez sepulturas, nueve de fosa simple y una de perfil antropomorfo.
Probablemente este conjunto funerario podría tratarse de un pequeño núcleo sepulcral que formase parte de una necrópolis mayor ubicada en el Cerro de La Cabeza. Las tumbas están directamente excavadas en la roca granítica de la zona. En ella se encontraron restos óseos humanos. Algunas de estas tumbas, son pequeños panteones familiares compuestos por sepulturas dobles.
Volvemos sobre nuestros pasos a la ruta principal y comenzamos una corta pero intensa subida al cerro de la cabeza, superando una pequeña canal donde se asientan espectaculares ejemplares de encina. Una vez arriba, tomamos otro ramal (señalizado) que tras unos 200m nos lleva al castro del Cerro de la Cabeza.
Se presupone que fue uno de los primeros asentamientos humanos que hubo en el municipio de La Cabrera, y el cual se encontraba bastante alejado del actual núcleo urbano. Este castro tiene una situación estratégica en un lugar privilegiado de la vaguada del Cerro de La Cabeza, muy cercano al Convento de San Antonio y de la magnífica dehesa de Roblellano.
Este pequeño poblado estaba orientado al Este, tiene un fuerte carácter defensivo, y se basaba en una economía agrícola y ganadera. Superficialmente se aprecia la traza urbana con restos de fortificación y con materiales cerámicos preponderantemente de época visigoda.
Tras disfrutar de la visita, volvemos de nuevo al desvío para incorporarnos de nuevo a la ruta principal. Descendemos del cerro poco a poco disfrutando de las vistas de la Sierra de la Cabrera y del convento de San Antonio, que se asienta bajo esta mole granítica. Esta es nuestra próxima parada.
Sobre este emplazamiento hay que recalcar la iglesia románica de los siglos XI-XII de hermosa simplicidad interior, con tres naves, crucero y cinco capillas absidiales, donde se acogen algunas piezas de importante valor, como es un San Francisco del S.XVII, una Virgen con Niño de época renacentista y en el presbiterio dos pinturas, una Comunión de la Virgen del pintor Claudio Coello y un San Francisco.
Mención especial merecen sus jardines, organizados en bancadas, paseos y recoletas, terrazas salpicadas de fuentes, estanques y pétreos regueros de agua. El interior del convento se realiza a traves de una visita guiada que realizan los propios monjes para ver los horarios pincha el enlace.
Continuamos nuestro camino a través de la calle que baja del convento hasta La Cabrera.
Camino del Cartero
El cartero ha sido uno de los personajes más queridos y que más relación ha tenido con la población rural. Además de recorrer grandes distancias a pie, a caballo o bicicleta con el objetivo de llevar las noticias de familiares, amigos o de la administración a los vecinos, hacían de vínculo de unión entre el mundo exterior y los incomunicados pueblos de la Sierra. El cartero no solo llevaba las cartas sino las noticias de los hechos políticos, sociales o de cualquier otra índole que se producían en el resto del país, y en muchas ocasiones leía y escribía las cartas que el mismo portaría luego, debida al alto analfabetismo de las zonas rurales. Valga esta ruta de homenaje a tan querido personaje, cuya llegada al pueblo siempre despertaba expectación entre los vecinos que esperaban con ansiedad la carta de un hijo o algún familiar o de cualquier asunto de importancia que afectara sus vidas. La ruta discurre por el tradicional sendero llamado Camino alto de Robledillo, camino mulero, ya que el camino carretero discurría más abajo. Partimos de la plaza mayor de Puebla, y nos dirigimos al rio de La Puebla para cruzarlo por la pasarela. El camino comienza un suave ascenso jalonado de robles centenarios en los que podemos observar la huella del intenso carboneo. Poco después de pasar unos bonitos tinaos, el camino asciende por la ladera del cerro de las cabezas hasta llegar al collado Larda. Tras pasar el collado tomamos el sendero que serpenteando entre brezos, jaras y robles va recorriendo la ladera que forma el macizo de Peña la Cabra, sorteando las vaguadas que forman los arroyos que dejan caer sus aguas al rio de La Puebla, del cual vemos el profundo barranco que ha formado en el fondo del valle. En esta zona podemos contemplar el valioso patrimonio viario que contiene estos caminos serranos, auténticas obras de arte en mampostería, realizadas con lajas de pizarra, que durante años los vecinos fueron construyendo para adecuar el camino al relieve montañoso de la zona. Tras pasar el rio del Riato, nos internamos en una zona de pinar y ascendemos diagonalmente por la ladera hasta llegar a un collado a los pies del cerro Porrejón. Desde aquí, podemos ver la población de Robledillo a la que nos dirigimos.
Collado de las Dehesilla
Partiendo de la Cebollera nueva, un suave cordal de redondeadas cumbres recorre de Norte a Sur la Sierra del Rincón, “arrinconando” los pueblos de Horcajuelo, Montejo y Prádena. Este cordal acoge dos pasos importantes, por un lado el puerto de Horcajuelo por donde transita la carretera que une Horcajo y Horcajuelo, por otro lado el collado de la Dehesilla, por donde cruza un bonito sendero que une Madarcos y Prádena, todos estos están incluidos Reserva de la biosfera de la Sierra del Rincón, excepto Horcajo. El collado nos deja unas preciosas vistas de la Sierra del Rincón y de los pueblos que se asientan a ambos lados del collado.
Partiendo de Madarcos seguimos las indicaciones de la señal vertical (S.V.) SN31, hacia collado de la Dehesilla. Tras un breve tramo por la carretera nos incorporamos a un camino que traviesa la dehesa de fresnos de Madarcos, una dehesa muy abierta con bonitos ejemplares de fresnos. Ya estamos a los pies de la ladera del collado, el sendero asciende dibujando amplias diagonales, justo antes del collado atravesamos unas bonitas praderas. El collado está poblado de robles, y si tenemos tiempo podemos ascender al pico de la Dehesilla que queda a nuestra derecha. Desde el collado tenemos unas bonitas vistas, hacia el Oeste, tenemos Madarcos, cabeza de Piñuecar, un cerro aislado en cuya falda se asienta Piñuecar, al fondo, los montes carpetanos y el macizo de Peñalara dominan la escena. Hacia el Este los pueblos de Prádena, Horcajuelo y Montejo se posan sobre el amplio valle que se asienta entre la Sierra de la Puebla, que tenemos al fondo y la cabecera del valle formada por la cebollera nueva, el collado del mosquito y Sierra Escalba.
Nuestro descenso dibuja una amplia diagonal por la ladera, hasta un abrevadero, justo después atravesamos una cancela y tomamos el camino hacia nuestra izquierda, tras pasar un zarzo (cancela) nos topamos con la S.V. (SN32). Nos dirigimos a Prádena y descendemos por una amplia vía pecuaria hasta el arroyo de la Garita. Tras cruzar el arroyo, solo nos queda remontar la ladera hasta el pueblo, en el que entramos por una calleja rodeada de huertas.
Prádena del Rincón es un bonito pueblo serrano, con una cuidada arquitectura tradicional, donde destaca la iglesia de santo Domingo de Silos, que guarda una necrópolis de tumbas antropomorfas excavadas en la roca, además de otros interesantes tesoros.
La dehesa boyal
La ruta parte de la Plaza de la Picota en El Berrueco y continúa por la calle Real y la carretera M-131 en dirección Torrelaguna hasta tomar un desvío a la derecha por un camino de tierra. La senda pasa al lado de la Fuente del Gato, en donde se puede observar un abrevadero tallado en granito, y, un poco más adelante, por el punto limpio de El Berrueco. El recorrido continúa por un camino de tierra que va bordeando toda la dehesa. Hay varios cruces y bifurcaciones de caminos y siempre hay que elegir el de la derecha. La senda sube ligeramente, lo que permite contemplar el pueblo de El Berrueco y el embalse de El Atazar. El recorrido desemboca en la carretera M-127, paralela a la cual entra en el pueblo.
La dehesa boyal de El Berrueco está catalogada como Monte de Utilidad Pública. Se trata de una propiedad comunal cuya función principal era la de proporcionar alimento al ganado que se empleaba en las labores agrícolas tradicionales. Las talas selectivas y la plantación de fresnos a lo largo de los años han dado lugar a una fresneda adehesada con robles melojos y enebros, acotada en todo su perímetro por un muro de piedra. El aclareo del bosque ha favorecido el desarrollo de pastizales muy productivos que se siguen aprovechando en la actualidad. Los fresnos son podados (trasmochados) por completo cuando alcanzan cierta altura y los brotes de los años siguientes, en forma de largas varas, son cortados para aprovecharlos como alimento para el ganado al final del verano, cuando el pasto está ya agostado. Todas estas características hacen que las fresnedas trasmochadas como esta tengan un gran interés natural y cultural.
Fuentes del Jarama
El rio Jarama es uno de los cursos de agua más conocidos de Madrid, asociado a hitos históricos como la batalla del Jarama, a un enclave de naturaleza sobresaliente como el hayedo de Montejo o al circuito de velocidad que tantos triunfos ha dado al motociclismo español, pocos saben dónde se halla su nacimiento. Bien, os invitamos a descubrir el mágico rincón rodeado de cumbres de más de 2000m donde nace el famoso rio Jarama.
La ruta la podemos hacer en ambos sentidos, si bien aquí la describimos desde Horcajuelo hacia el collado del Mosquito, también podemos comenzarla en dirección hacia Montejo, donde la subida es más larga pero también más tendida.
Partimos de Horcajuelo de la Sierra desde la señal vertical (S.V.) SN87 hacia camino de las Pinillas, Dehesa Bonita. El camino conduce a una zona ganadera, pero antes de llegar se bifurca, nosotros tomamos el camino que sale a nuestra izquierda y poco después en el siguiente cruce, seguimos de frente. El camino asciende por una zona despejada de pastos y matorral internándonos en el valle que forma el arroyo de las Cabrillas. Después de un par de kilómetros llegamos a un abrevadero, y tras otra curva de herradura, afrontamos una corta rampa antes de alcanzar el Alto de la Era, donde tenemos la S.V. SN88, continuamos hacia Dehesa Bonita. Cambiamos de vertiente y llaneamos hasta la S.V. SN7 incorporándonos a un nuevo camino hacia Collado del Mosquito. A partir de aquí el ascenso se suaviza, incluyendo alguna zona llana.
Tras una curva de herradura, una última rampa nos deja en el collado del Mosquito a más de 1800m. Desde el collado se nos abre un precioso paisaje de cumbres y sierras, como la Sierra de la Cebollera, presidida por el Tres Provincias, o la Cuerda de la Pinilla donde reina el pico del Lobo con sus 2273m. Comenzamos el descenso, cerca de la primera curva, se esconde el nacimiento del Jarama y enfrente podemos ver el salto del arroyo de la Chorrera que poco después se unirá a este. El descenso, de 16 km hasta que lleguemos al puerto de El Cardoso, nos deja impresionantes panorámicas, incluso del hayedo de Montejo, por el que pasamos por su parte alta. Una vez en el puerto del Cardoso nos dirigimos hacia Montejo, como nos indica la S.V. SN38. Tras una zona de praderas, descendemos hasta el arroyo de la Mata tras el que volvemos ascender y adentrarnos un poco más adelante en la dehesa de Montejo. Atravesamos la dehesa, en la que podemos ver las balsas de riego de la reguera. Por el camino del agua llegamos a Montejo, a la Plaza de la Fuente, donde vemos la S.V. SN75. Continuamos hacia Horcajuelo por el Camino de las Huertas, camino vecinal que en un kilómetro nos deja en la carretera que conduce a Horcajuelo, solo nos quedan los últimos metros para acabar nuestra ruta.
Minas de plata de Horcajuelo
La Mina San Francisco, como así se llamaban a las minas de plata de Horcajuelo, empezó a ser explotada a mediados del siglo XIX. La mina estuvo activa desde 1840 hasta las ultimas décadas de ese mismo siglo, teniendo un periodo de apogeo desde 1856 a 1860. Situada a 1500 m de altitud sobre la ladera del cerro de la Porrilla, sus voluminosas escombreras son visibles desde el valle. En el diario minero “La Antorcha” (1857), se escribió que “la mina San Francisco ha cortado un filón conteniendo plata agria, plata roja oscura y cloruros de plata, presentándose también plata nativa».
Comenzamos nuestra caminata en Horcajuelo, dirigiéndonos por la calle principal hacia el Norte. Antes de llegar al campo de futbol, tomamos el camino que sale a nuestra derecha. A la izquierda del camino y mientras ascendemos suavemente bajo la sombra de fresnos y robles, podemos ver zonas de huertas. Pasada una cancela, entramos en una zona más despejada y caminamos junto a un muro de piedra seca, hasta llegar a un cruce, donde podemos ver una flecha indicadora. El camino al que nos incorporamos sube bruscamente, hasta llegar a una zona en la que se asoman grandes esquistos donde se suaviza la ascensión. Un poco mas adelante, el camino gira hacia la ladera, la cual vamos bordeando hasta llegar a la mina.
En la zona se puede todavía contemplar la bocamina, excavada en roca en el filón principal. Dado que no está garantizada la seguridad dentro de las minas, no se debe entrar en las mismas. En los alrededores de la bocamina encontraremos antiguas edificaciones de piedra que servían de almacén, así como un pozo inundado y las escombreras. En el pozo maestro de Horcajuelo, a pesar de lo primitivo de las herramientas se llegaron a alcanzar 60 m de profundidad.
La vuelta la realizamos dirigiéndonos de frente a la bocamina siguiendo un senderos que desciende hasta la loma, atravesamos el arroyo grande y volvemos a encontrarnos con el camino de subida, al cual nos incorporamos para volver a Horcajuelo.
Acebeda de Robregordo
La Acebeda de Robregordo se ubica en el municipio de Robregordo, y constituye la dehesa boyal de ese municipio. Este singular bosque es la acebeda mejor conservada de la Comunidad de Madrid.
La ruta comienza en la antigua N-I. Tomamos el camino que nos lleva al área recreativa de El Plantío. Tras cruzar el arroyo el camino asciende, y tras pasar la puerta que nos da acceso a la dehesa, comienzan a aparecer los primeros acebos. A medida que avanzamos los acebos van ganando protagonismo, en numero y tamaño, así como los robles que los acompañan.
Más arriba el camino discurre paralelo al arroyo de Sto. Domingo, hasta entroncar con una pista foresta, llamada La Horizontal. Nos incorporamos a ella, dirigiéndonos al Sur, a la izquierda según el sentido de nuestra marcha. El camino, ahora entre pinos silvestres, es prácticamente llano, y tras salir del pinar, ya vemos a nuestra izquierda el muro de piedra de la Dehesa, a la cual accedemos por un zarzo o cancela.
Descendemos hasta llegar a un pilón, ahora estamos rodeados de acebos y vemos grandes masas a las que podemos acceder por pequeños senderos.
La existencia de este tipo de formaciones boscosas no es algo habitual, ya que el acebo suele formar parte de otras masas de arboles, formando parte del sotobosque de pinares, hayedos o robledales, pero es algo extraño ver formaciones boscosas donde la especie predominante sea el acebo. La concurrencia del clima con el tradicional manejo del ganado nos ha legado esta joya botánica y paisajística.
Las espesas masas de acebos, ofrecen protección tanto para el ganado como para los animales salvajes ante las inclemencias meteorológicas. Además, proporciona un alimento fundamental para las aves en los meses más fríos, cuando escasean los frutos del bosque ya que el fruto del acebo madura en los meses de noviembre, diciembre.
El camino desciende hasta volver al área recreativa de El Plantío.
Recuerda que el acebo es una especie protegida, no se permite cortar ramas ni recoger frutos
El molino de Paredes
La senda parte de la iglesia de la Inmaculada Concepción de Paredes de Buitrago, y sube por la primera calle que sale a la derecha de la carretera, al lado de la parada del autobús, junto con otra senda local que se dirige a los Descansaderos. En la siguiente bifurcación se separan ambas sendas, continuando el Camino al Molino por la izquierda. Pasa junto a la antigua fragua, el potro de herrar y la Fuente Vieja hasta el campo de deportes. Allí coge el camino de la izquierda, que discurre entre muros de piedra y fresnedas bien aprovechadas por el ganado. Se cruza la senda Frente del Agua y la carretera M-127 para continuar por un camino de tierra que sale a la derecha, en dirección al río de la Nava o Cocinillas. La senda termina en el molino de Paredes. La vuelta se realiza por el mismo camino.
El primer tramo de la senda atraviesa un paisaje reticulado de pastos, fresnos y muros de piedra que delimitan las diferentes propiedades. Se mantiene un aprovechamiento ganadero de estos pastos y no es raro tener que compartir la senda con el ganado vacuno, ya que en este tramo el camino discurre por las vías pecuarias Cordel del Carrascal y Descansadero del Salegar del Zapatero.
La ruta nos acerca hasta los restos arqueológicos del frente de guerra que se estableció en esta zona durante la Guerra Civil. Este frente tuvo una gran importancia estratégica ya que defendía el control de dos embalses cercanos que abastecían de agua a la población de Madrid: el embalse de Puentes Viejas y el embalse de El Villar. Se pueden observar diferentes infraestructuras bélicas como trincheras y casamatas.
Finalmente la ruta llega hasta el molino de Paredes en el río de la Nava o Cocinillas. En él se puede observar la maquinaria original y las diferentes estructuras que hacían funcionar el molino, incluida una cacera. Destaca así mismo la vegetación de ribera, junto a la cual se ha ubicado una pequeña zona de picnic con una mesa y unos bancos.
Por la Dehesa Boyal de Montejo
Este bonito itinerario discurre por la dehesa boyal de Montejo, la cual sigue proporcionando ricos pastos para el ganado y leña para calentar los hogares de los vecinos. A partir del 25 de abril se guarda el ganado en la dehesa para evitar que este dañe los cultivos o los prados de siega. La dehesa está formada por un bosque de roble melojo, que guarda ejemplares de gran tamaño, y fresnos, además de las cuatro pilas de riego (lagunas artificiales) que surten de agua a la reguera.
En la peña Balagares encontraremos rocas de esquisto alterados y entre las brillantes micas podemos ver abundantes granates de gran tamaño. En una zona más despejada, salpicada de fresnos, podemos ver un chozo como el que utilizaban antiguamente los pastores, de construcción circular con “cubierta viva” de cepellones de pastizal y lajas que proporciona mayor resistencia e impermeabilidad.
Entre los viejos robles, las fresnedas y el pastizal no es raro observar varias especies de aves como los pitos picapinos, mitos, carboneros, trepadores azules o agateadores además de jabalíes o zorros entre otros animales. La ruta nos deja bonitas panorámicas de Montejo y del Valle del Lozoya.
Tierra de Colonos
En el siglo XI, tras la conquista de Toledo por los ejércitos cristianos y la consolidación de los territorios reconquistados al Norte de dicha ciudad, se comienza a repoblar las zonas al Sur del Sistema Central. Con la firma del Fuero de Sepúlveda en el año 1076 por Alfonso VI, se ceden tierras libres de carga en las zonas entre las líneas del Duero y el Tajo. A la par que el terreno, los colonos recibían una pequeña cantidad en metálico con el fin de hacer frente a los primeros gastos de herramientas y simientes. Estos pueblos por lo que transita nuestra ruta, fueron de los primeros lugares de la Sierra Norte de Madrid donde se asentaron estos colonos cristianos, la Ermita de San mames o el despoblado de Santiago son testigos mudos de este momento histórico.
Comenzamos nuestra ruta en Gargantilla, en la misma plaza, tenemos la señal vertical (S.V.) SN48 y nos dirigimos hacia Eta. de Santiago / S. Mamés. Poco después junto a la rotonda seguimos las indicaciones de la S.V. SN109 hacia Camino de Reimoros, S. Mames. El camino se interna en una zona de robledal y zonas abiertas, desde donde podemos divisar unas bonitas vistas del valle del Lozoya y del embalse de Riosequillo. En un cruce señalizado con la S.V. SN147, podemos optar por visitar Navarredonda, población que alcanzamos a través de un bonito sendero entre robles o continuar hacia S. Mamés, donde os recomendamos visitar la iglesia de S. Mamés que se asienta sobre la antigua ermita erigida en honor al santo por los primeros pobladores. La influencia islámica ha quedado reflejada en su bello ábside de estilo románico-mudéjar.
Continuamos hacia Pinilla de Buitrago desde S.V. SN49, a través de zonas de pasto y pequeños bosquetes de robles y fresnos. Llegados a un cruce en una bonita pradera, vemos la S.V. SN41, y continuamos hacia Pinilla, a donde llegamos a través de un camino entre fincas. Junto a la fuente, vemos otra S.V. de la Red, SN42 y continuamos hacia Eta. de Santiago. El camino jalonado de muros de piedra seca nos conduce hasta el despoblado de Santiago, el emplazamiento original de Gargantilla y uno de los primeros asentamientos de la zona, donde solo permanece en pie las ruinas de la ermita de Santiago, y lugar en el que se produjeron los desposorios de Juana la Beltraneja.
Un amplio camino de zahorra nos conduce de nuevo a Gargantilla tras cruzar las vías del tren.
Senda para todos. Redueña
La Senda para Todos es un recorrido sin apenas desnivel con un trazo firme, que permite el acceso a personas con movilidad reducida o en silla de ruedas. Los contenidos de los paneles están adaptados para las personas invidentes, contextos en braille y volúmenes en relieve para que puedan conocer la riqueza ambiental de la dehesa boyal de Redueña. La dehesa boyal constituye uno de los mejores ejemplos de bosque mediterráneo de la Sierra donde crecen quejigos, encinas, o enebros de la Miera entre otras especies.
Ruta de las callejas de Navalafuente
La Ruta de las Callejas de Navalafuente es un cómodo recorrido, sin apenas desnivel, por la Calleja Ancha y la Calleja Estrecha, flanqueado por fresnos y antiguos muros de piedra, de construcción tradicional. La ruta regresa al pueblo pasando junto a la Iglesia de San Bartolomé.
La ruta es apta para todos los públicos y todos los niveles, dada su escasa dificultad y su longitud, de poco más de 3 km. Comienza y finaliza en el casco urbano de Navalafuente, junto a la estatua o monumento al “Senderista”. Te permitirá admirar las valiosas fresnedas que se extienden al sur del pueblo.
Consulta la ficha completa de especificaciones de accesibilidad AQUÍ
(Informe realizado por la entidad INFINIA, noviembre 2021)
La reguera y la dehesa de Horcajo
La ruta de la Red Local de horcajo nos invita a pasear por un entorno natural transformado por la mano del hombre pero de una manera ancestral y sostenible.
La ruta nos interna dentro de una de las dehesas boyales con más solera de la Sierra, una dehesa compuesta por robles melojos en gran estado y en donde tradicionalmente ha pastado el ganado y se ha utilizado para suministrar leña al pueblo de manera sostenible.
Otro de los recursos que vamos a visitar y que tiene un gran valor social e histórico es la reguera comunal de Horcajo – Madarcos. Esta construcción de unos 13.5 kilómetros es la estructura más antigua que conservamos en el pueblo. Nace 1.5 kilómetros por encima del pueblo de Robregordo y llega hasta el pueblo de Madarcos. Su recorrido comienza a 1350 metros de altitud y acaba a unos 1100 metros en Madarcos. Durante estos 250 metros la pendiente intenta ser homogénea, ni con demasiada pendiente que rompa la estructura de la reguera por la fuerza del agua, ni demasiado poca pendiente que haga que el agua quede estancada. Su construcción se realizó con el comienzo de estas primeras poblaciones de pastores en la cara sur de Somosierra.
Ruta a la silla gigante de Meira
La silla gigante de Meira es una obra escultórica, replica en metal de la original que apareció instalada de forma anónima en la colina del monte de A Torre, en la parroquia moañesa de Meira (Pontevedra). Tras desmontarse de su lugar originar al no mostrar las autoridades moañesas ningún interés por la obra, se traslado al Valle de los sueños, colección de obras al aire libre situada en Puebla de la Sierra y se instaló en la Loma del Estillo, en un mirador natural orientada hacia el valle.
La ruta a la silla gigante de Meira transcurre por el GR88, por lo que podemos seguir las marcas (blancas y rojas) que nos conducen a la loma donde se asienta esta obra escultórica. Tras llegar a Puebla de la Sierra tomaremos la carretera que sube al Puerto de la Puebla, por la que tendremos que caminar unos 800m desde la salida del pueblo. En una curva cerrada de la carretera, nos incorporaremos al camino que sale a nuestra derecha y en que podemos ver un pequeño cartel que nos indica que estamos en el camino correcto.
A partir de aquí el camino asciende entre robles con un buen porte y con formas retorcidas debido a la intensas podas sufridas tiempo atrás para el carboneo. Un poco más arriba aparecen unas chozas o majadas donde se guardaban los rebaños. Estas interesantísimas construcciones levantadas con muros de pizarra y estructuras de madera se utilizaban para guardar el ganado, alguna de ella aun sigue en uso y nos muestran un bonito ejemplo de arquitectura tradicional de la zona.
A medida que ascendemos, la jara se hace más presente y una vez que ganamos el cordel de la loma, giramos casi 180 grados para tomar el camino que nos conduce a la silla, la cual ya podemos ver unos metros mas adelante. La vuelta la hacemos por el mismo camino.
Cañada de las Merinas
Cañada de las Merinas.
Ruta de gran valor etnográfico que nos lleva a recorrer parte de una de las cañadas con más solera del centro peninsular. La trashumancia, una de las actividades con más importancia histórica en la Sierra Norte, se plasma en esta ruta por donde entraba y salían cada año miles de cabezas de ganado para pastar en las laderas, collados y puertos de la Sierra Norte durante la época estival.
Con la posibilidad de poder comenzar en Bustarviejo o Buitrago, la ruta que describimos a continuación tiene su inicio en Buitrago del Lozoya, donde destaca su muralla medieval que fue declarada Monumento Nacional.
La ruta parte desde la Plaza Picasso, donde se encuentra la Señal Vertical (SN101), nos incorporamos a cañada Real Segoviana, El Cuadrón / Cincovillas. Una vez cruzada la autovía, giramos hacia el Sur. El camino entre encinas y robles gana suavemente altura mientras nos dirigimos a El Cuadrón lo que nos deja bonitas imágenes del embalse de Riosequillo. En El Cuadrón, pasamos por la S.V. (SN100), seguimos las indicaciones hacia la Cañada Real Garganta de los Montes (por cerro Perdigón) / Lozoyuela. Tras pasar el CEA Valle del Lozoya ascendemos hasta el collado del Portachuelo, donde nos topamos con la S.V. (SN29) y continuamos hacia Antigua cárcel / Valdemanco. En este punto nos asomamos a la Sierra de la Cabrera, el camino bordea la ladera de Peña Negra, y pasamos junto a un antiguo penal de la posguerra.
Entre la Sierra de la Cabrera y Peña Negra alcanzamos uno de los lugares con más solera de la ruta, el collado del Medio Celemín. En este punto a los pastores que conducían los rebaños se les cobraba un portazgo o impuesto por entrar en las tierras del señorío de Buitrago. Que consistía en medio celemín (Medida de capacidad) de trigo.
A partir de aquí el camino llanea faldeando las laderas de Peña Negra y el Mondalindo hasta alcanzar la bonita localidad serrana de Bustarviejo.
Camino peatonal Rascafría – El Paular
El camino peatonal Rascafría-El Paular es un itinerario peatonal, que discurre paralelo a la carretera M-604 y comunica el pueblo de Rascafría con El Paular. El uso de la vía se comparte con bicicletas, y desde la carretera hay accesos habilitados a prados y fincas situados en el lateral del camino. Es camino lineal prácticamente llano, se puede recorrer en silla de ruedas.
El camino discurre junto al rio Lozoya, y esta jalonado de impresionantes álamos negros.
La zona del Paular nos ofrece distintas posibilidades de visitas accesibles como el Monasterio, el puente del Perdón, el Centro de Recursos del Parque Nacional o el arboreto Giner de los Ríos.
Consulta la ficha completa de especificaciones de accesibilidad AQUÍ
(Informe realizado por la entidad INFINIA, noviembre 2021)
De Lozoyuela a Sieteiglesias
Los municipios de Lozoyuela y Sieteiglesias comparten ayuntamiento, y también este camino interurbano de grijo que conecta los dos núcleos urbanos. El camino discurre paralelo a la carretera M-131.
El paisaje de encinas y matorral bajo va recorriendo zonas de fincas y prados y es un ejemplo de los ecosistemas de piedemonte serrano. Este camino vecinal nos permite visitar ambas poblaciones que nos ofrecen varios recursos patrimoniales interesantísimos como la Necrópolis de Sieteiglesias o la Iglesia de San Nicolas de Bari en Lozoyuela.
Consulta la ficha completa de especificaciones de accesibilidad AQUÍ
(Informe realizado por la entidad INFINIA, noviembre 2021)
Transcarpetana
Esta es una ruta que si te apasiona la montaña, no te puedes perder. Todo un reto, recorrer toda la cuerda de los Montes Carpetanos y el Macizo de Peñalara…por todo lo alto!
El recorrido no pasa por ninguna población ni por ningún establecimiento donde podamos adquirir víveres o pernoctar. El único lugar, algo humanizado, a parte del principio y final, esta en el Puerto de Navafría, pero ojo, aquí tampoco hay ningún establecimiento, solo una carretera. Si decidimos dividir la travesía en dos, es el lugar más apropiado, al estar a pie de ruta y además cuenta con un aparcamiento. Dicho esto, la travesía requiere hacer vivac y llevar nuestros víveres para realizarla de manera completa o bajar a los pueblos que se situan al pie de ambas vertientes para pernoctar y reabastecerse.
Recomendamos comenzar en Somosierra, para ir «in crescendo» en espectacularidad y altura. Somosierra es una bonita población de montaña, que se halla junto al estratégico Puerto de Somosierra. Desde aquí tomamos el PR que no abandonaremos hasta el macizo de Peñalara, la señalización es bastante escasa, en algunos sitios casi nula, pero la orientación no presenta dificultades, básicamente es mantenerse en el cordal toda la travesía.
La ruta mantiene una altura media de unos 1900m por lo que las espectaculares vistas hacia las dos vertientes, están aseguradas. Hacia el Oeste la llanura segoviana se pierde en el horizonte, hacia el Este, el valle del Lozoya, la Sierra de Ayllón y frente a nosotros la linea de cumbres de los montes carpetanos rematada por el macizo de Peñalara.
Estas montañas, histórica frontera natural entre los reinos árabes y cristianos y entre las poblaciones que se sitúan a ambas vertientes, poseen un gran número de puertos con una gran solera, el puerto de La Acebeda, por donde pasa la cañada real segoviana y que ha visto pasar millones de cabezas de ganado, el pto. de Peñaquemada, el pto. de Linera, el pto de Malangosto, donde el arcipreste de Hita tuvo sus más y sus menos con la feroz portazguera o el pto. del Reventón que ha visto pasar caballeros y clérigos entre el Monasterio del Paular y el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso…en fin una buena muestra de pasos históricos.
Es fácil también observar multitud de restos de las antiguas majadas de los pastores que pasaban el estío en estas montañas con su rebaño, además de numeroso construcciones de la Guerra Civil.
La mayor parte del camino transita por el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, al que accedemos a partir del Puerto de Linera. En la última parte de nuestro recorrido, a partir del puerto del Reventón, nos adentramos en el macizo de Peñalara, aquí tenemos dos opciones, seguir por el cordal y alcanzar la cumbre de Peñalara y bajar por Dos Hermanas al puerto de Cotos o sin abandonar el PR, llegar al puerto de Cotos pasando por las lagunas de Peñalara.
Pueblos de la Vega del Jarama
La vega del Jarama constituye una de las singularidades geográficas y naturales de la Sierra Norte de Madrid. Esta vega constituye una llanura alomada donde se cultivan principalmente cereales aunque en ella también tienen cabida vides u olivos. Entre las peculiaridades geográficas destacamos la naturaleza caliza del terreno, en contraste con los materiales de los que se componen los relieves de la Sierra Norte, principalmente gneis y pizarras. Entre las naturales podemos destacar que este ecosistema es la guinda del pastel a la variada biodiversidad
que caracteriza a la Sierra Norte. Aquí podemos observar aves esteparias como la avutarda o el aguilucho cenizo, en contraste con aves de alta montaña como el pechiazul o el buitre negro que podemos encontrar en otras áreas de la Sierra Norte. Comenzamos nuestra ruta en Patones de Arriba, pueblo con una cuidada arquitectura rural. Bajando por la carretera, encontramos la Señal Vertical (S.V.) (SN63), y continuamos bajando en dirección Patones de Abajo / Torremocha, dirección que seguimos en las dos siguientes S.V. Tras la tercera S.V. nos incorporamos a un camino que baja por la zona más angosta del barranco calizo, y que nos deja prácticamente en Patones de Abajo. Junto a un parque vemos la S.V. (SN8), continuamos en dirección Torremocha / Torrelaguna. Tras cruzar Patones, salimos por el camino de las huertas a la zona de cultivos, en nuestro camino podemos ver campos dedicados al cereal, olivos y vides. Os recomendamos un paseo por Torremocha, un bonito pueblo en el que podemos visitar un museo de la agricultura, fruto de la estrecha relación de Torremocha con esta labor. Siguiendo las indicaciones de la S.V. (SN83) nos dirigimos a Torrelaguna / El Espartal por el camino de las lagunas altas. El camino ahora dominado por las
extensiones dedicadas al cereal, remonta una loma, donde se halla la S.V. (SN144). Tomamos el camino que sale a nuestra derecha hacia Torrelaguna / Redueña. Desde aquí podemos ver el municipio de Torrelaguna. Esta zona alomada es un buen lugar para observar aves como el aguilucho cenizo o la avutarda. Torrelaguna es un pueblo con un destacado patrimonio artístico por lo que os recomendamos una detenida visita por sus calles y plazas.
La Dehesa Bonita de Somosierra
En la vertiente Oeste del Pico cebollera, existe una dehesa boyal que guarda una de las reliquias botánicas que aún nos quedan en la región de épocas glaciares. Está considerado como uno de los bosques más hermosos de la Comunidad de Madrid, ya que su enorme variedad: acebos, robles, cerezos, avellanos, servales y, sobre todo abedules, hacen de este un lugar espectacular, más si cabe cuando llega el otoño y los contrastes entre las diferentes especies se hacen más patentes.
La ruta comienza junto a la estación de aguas residuales (Depuradora) de Somosierra. Cruzamos la antigua N-I y nos incorporamos a un camino tras cruzar un portillo. El camino asciende y se divide en tres, nosotros tomamos el de en medio, el camino entre cambroños y avellanos nos conduce al arroyo de la Dehesa. Cruzamos el arroyo, en esta zona ya vemos los primeros abedules, junto con avellanos, robles y acebos.
El camino desemboca en una pista a la que nos incorporamos, hacia la izquierda (Noroeste). El camino nos conduce a la Fuentefría. Cerca de esta podemos ver un abedul con el tronco horizontal. El camino ahora, un poco desdibujado, baja hasta un bonito mirador, donde se nos muestra una magnifica panorámica de la Dehesa. Volvemos a dirigirnos hacia la fuente, y esta vez nos dirigimos hacia la izquierda, buscando el arroyo, para cruzarlo y bajar por su margen derecha. El camino es imperceptible, seguimos el río hasta que este vuelve a aparecer, y nos incorporamos a él hasta llegar al cruce del inicio.
Ruta de los Caminos Vecinales
Lozoyuela, Las Navas de Buitrago y Sieteiglesias son tres municipios que comparten ayuntamiento, además de historia y un paisaje de suaves laderas asentado en el valle del Lozoya. La ruta que os proponemos recorre las tres poblaciones a través de caminos vecinales, que nos dejan magnificas estampas etnográficas como los muros de piedra seca, abrevaderos, fuentes y un magnifico paisaje modelado por el hombre para su aprovechamiento.
Comenzamos nuestra caminata en Lozoyuela, junto a la plaza de las Antiguas Escuelas podemos ver la cartelera de Carpetania, desde donde nos dirigimos hacia el Sur por la Av. De Madrid. Antes de llegar a la rotonda, nos encontramos con la señal vertical (S.V.) (SN118), y continuamos en la misma dirección hacia Sieteiglesias / Puente romano. Un camino peatonal junto a la carretera M131, nos conduce hasta Sieteiglesias. En Sieteiglesias os recomendamos visitar la necrópolis. El yacimiento se localiza en lo alto de una zona denominada «Berrocal de la Iglesia», caracterizada por un conjunto de afloramientos de tipo granítico. Hasta el momento se han documentado 85 tumbas de final de la Edad Media, pudiendo corresponder a las repoblaciones cristianas que tuvieron lugar en esta zona entre los siglos IX y XI. Una vez en la S.V. (SN121), tomamos el camino de Las Navas hacia Las Navas de Buitrago / Cincovillas, un camino vecinal que conecta ambas poblaciones y que es un bellísimo ejemplo de este tipo de callejas tradicionales, rodeadas de muros de piedra, que da acceso a multitud de fincas. El camino desemboca en el tranquilo pueblo de Las Navas, donde nos topamos con la S.V. (SN120), nos dirigimos ahora por el Camino de Cincovillas hacia Puente del cura / Cincovillas. El paisaje ahora está dominado por amplias praderas salpicadas de arbustos. Tras un breve descenso hacia el arroyo de la Alameda, nos encontramos con el puente del cura, recientemente restaurado. Justo antes del puente tenemos la S.V. (SN131), sin cruzar el puente, nos dirigimos hacia Lozoyuela / Sieteiglesias (por Lozoyuela). El paisaje sigue dominado por las praderas hasta que nos incorporamos a una calleja que se encajona entre muros de piedra seca y afloramientos rocosos en el suelo nos deja en Lozoyuela.
El Pinar de Casasola
Ruta muy completa que nos permite ver el pinar de pinos resineros de Casasola, uno de los pocos pinares de esta especie presentes en la Sierra Norte, ya que el pino más común es el pino silvestre o de Valsaín. Pero no solo pinos; encinas, fresnos, zonas de pradera y preciosos pueblos de montaña son algunos de los atractivos de esta ruta.
Iniciamos nuestra ruta en Serrada, dejando casi para el final la visita al pinar, aunque también podríamos iniciarla en Berzosa. Nos situamos frente a las pistas deportivas donde tenemos un cruce de la Red donde se ubica la Cartelera de Carpetania y una Señal Vertical (S.V.) (SN108). Tomamos el camino de Berzosa, salimos del pueblo cruzando el arroyo del pozo de la pila y remontamos por un encinar una loma. El paisaje alterna praderas, zonas de matorral bajo y encinar hasta llegar a Berzosa. En la entrada del pueblo tenemos un cruce de la Red, donde se ubica una cartelera y la S.V. (SN43), nos dirigimos hacia Robledillo / Cervera. Nada más cruzar el polígono artesanal de Berzosa, nos encontramos otro cruce y seguimos las indicaciones de la S.V. (SN44) hacia Refugio de Casasola / Presa del Villar. Descendemos ahora por una loma rodeada de jaras y con vistas al embalse del villar. Una vez acabado el descenso nos internamos en el pinar de Casasola, poco después llegamos a un nuevo cruce, junto al refugio de Casasola, hoy abandonado. En el cruce, giramos a la derecha, siguiendo las indicaciones de la S.V. (SN152) hacia Serrada de la Fuente (por pinar de Casasola).
Atravesamos este bonito pinar, con grandes ejemplares de pino piñonero, incluso vemos una majada tradicional, construida en piedra con la techumbre de brezo. Tras el pinar, nos internamos en un encinar que tras cruzar el arroyo del pozo de la Pila, asciende entre las encinas para regresar de nuevo a Serrada.
El camino del Anillo
El «Camino del Anillo» es un recorrido temático, una peregrinación de 109 kilómetros a realizar a pie. Inspirado en la obra de J. R. R. Tolkien, titulada “El Señor de los Anillos”. El camino evoca la gran historia del hobbit Frodo y la compañía del anillo.
El Camino permite viajar hasta la mítica Tierra Media por la que caminaban enanos, elfos u orcos. El valle de Moria, Bree, Rivendel, la Comarca, Hobbiton, la Cima de los Vientos y muchos más lugares claves de la película y el libro te harán sentirte el protagonista de tu viaje exterior e interior a la par que descubrirás una naturaleza fascinante y desarrollarás el sentido del asombro, de la belleza y del cuidado de la misma.
El itinerario busca paisajes inspirados en la novela y la película que se encuentran en la Sierra norte, realizando un paralelismo entre la ruta que recorre El Hobbit en la Tierra Medias y el que podemos hacer nosotros descubriendo los rincones mas espectaculares de la Sierra Norte de Madrid.
La ruta circular da su comienzo desde Hobitton (El Berrueco), en dirección a Bree (Buitrago de Lozoya). Pasamos por la Cima de los Vientos (Cerro Piñuecar) y el Bosque de los Elfos, posteriormente llegaremos a Rivendel (La Hiruela). Desde allí, mediante una ruta que nos lleva por Moria (Puebla de la Sierra), Lorien (El Atazar) y Rohan (Patones), marchamos hasta Gondor (Torrelaguna) para deshacernos de los males de nuestros anillos. Por ultimo, retornamos a Hobitton (El Berrueco).
Si quieres realizar este itinerario en bici, tienes en la ficha técnica la posibilidad de descargar el track o seguir a través de wikiloc de una versión ciclable, que combina caminos y pistas forestales con carreteras locales.
Horizontal Sur MTB
La Horizontal es una pista forestal que recorre la ladera Este de los Montes Carpetanos, desde Somosierra hasta el Puerto de Navafría o Lozoya (50km). Este camino forestal se caracteriza por la elevada altura a la que transita (una altura media de 1600m y una máxima de 1850m) y las espectaculares vistas que ofrece sobre el valle del Lozoya y la Sierra Norte. Además, nos ofrece la oportunidad de asomarnos varias veces hacia la vertiente oeste, hacia la meseta segoviana. En esta ocasión, recorremos la mitad Sur, haciendo una circular y regresando por la zona baja de la ladera.
Partiremos de Lozoya, junto al cementerio viejo tenemos la Señal Vertical (S.V.) (SN125), y nos dirigiremos por el Camino del Valle hacia Pinilla / Alameda, en apenas 500m en la S.V. (SN28), nos incorporamos al camino del carretero, dirección Lozoya / Camino horizontal. Tras dejar atrás Lozoya por la carretera que sube al Pto. de Navafría, tomamos un camino que sale a nuestra derecha y que tras una dura ascensión de 600m de desnivel nos deja en la Horizontal. Justo en el cruce, seguimos las indicaciones de la S.V. (SN51), incorporándonos a la Horizontal hacia Pto. de Linera / Pto. de Peñaquemada. Ahora toca relajarse un poco tras la dura subida, en general, ahora nuestro camino va descendiendo de manera tendida, aunque también tendremos subidas. El paisaje es grandioso, el valle del Lozoya y las cumbres de la Sierra se dominan desde nuestra posición donde los pinares se alternan con piornales y zonas despejadas en las proximidades del cordal. Pasamos por el histórico puerto de Linera, para antes de llegar al de Peñaquemada, en la S.V. (SN54), abandonar la Horizontal, para incorporarnos al camino de Braojos, dirección Braojos / Villavieja. Un vertiginoso descenso, a través de un denso pinar, nos conduce hasta el refugio forestal del Santuy y un poco más adelante, llegamos a la S.V. (SN53), donde nos dirigimos hacia Villavieja / Gascones (por Villavieja). Continuamos descendiendo ahora por una dehesa de robles para llegar a una antigua estación de tren donde nos incorporamos a una carretera, poco después llegamos a Villavieja. En Villavieja, desde SN74, continuamos dirección Pinilla / S. Mamés. Poco después en una zona de prados encontramos otra S.V. (SN41), en este caso nos dirigimos hacia S. Mamés por el camino de la Nava. Una vez en S. Mamés tomamos la carretera M634 hacia Navarredonda. En Navarredonda, en SN124, continuamos hacia Portachuelo / Gargantilla. El camino asciende entre robles hasta el alto del Portachuelo para descender con unas impresionantes vistas del alto valle del Lozoya y del embalse de Pinilla hasta Lozoya donde acabamos nuestra ruta.
La dehesa del Soto
En Cervera de Buitrago la ruta parte de la calle Iglesia y baja por la calle Pozas, coincidiendo con la ruta de Gran Recorrido senda del Genaro que se dirige a la presa de El Villar. En la zona del antiguo lavadero, la senda gira a la izquierda y baja hacia el embalse de El Atazar dejando la depuradora a la izquierda. Allí toma el camino del Carrascalejo, una pista de tierra que bordea el embalse y que tiene una barrera para impedir el paso de vehículos no autorizados. El camino se transforma en senda y sube a través de la Dehesa del Soto hasta una zona más elevada en donde se encuentra el límite municipal entre Cervera de Buitrago y Robledillo de la Jara. Tras pasar un zarzo, la ruta continúa por un camino bien marcado hasta las proximidades de la carretera M-127, lugar en donde gira a la derecha de vuelta a Cervera de Buitrago. Carretera y senda marchan paralelas durante casi 2 km por caminos públicos y por la vía pecuaria Colada de Vallejo Rubio. La senda continúa hacia el centro del núcleo urbano dejando a la izquierda un antiguo descansadero para el ganado trashumante denominado de Las Eras y a la derecha un refugio para caballerías.
La Dehesa del Soto está catalogada como Monte de Utilidad Pública. Gran parte de su superficie quedó inundada por el embalse de Atazar. La parte baja está cubierta de quejigos y fresnos mientras que en la zona más alta crece un jaral con romero. Desde este punto más elevado se pueden contemplar unas bonitas vistas del embalse de El Atazar, la sierra de la Cabrera y las Cabreras y el encinar de la dehesa de Santillana.
El embalse de El Atazar, construido en 1972, es el mayor de la Comunidad de Madrid y almacena casi el 50 % del volumen de agua embalsada de la región. En él se pueden practicar actividades náuticas sin motor pero no está permitido el baño.
Vuelta a El Cabezo
A lo largo de este recorrido circular, que bordea el cerro de El Cabezo, disfrutaremos de una de las vistas más espectaculares de Patones de Arriba y de sus alrededores. Con la llegada de la primavera, estas laderas se tiñen de intensos colores y aromas del cantueso, las jaras y otras muchas flores.
La ruta comienza en el aparcamiento disuasorio de Patones de Abajo y asciende a Patones de Arriba por el acceso peatonal de la senda del Barranco. Continúa, tras pasar por la fuente y el lavadero, junto al arroyo de Patones hasta un cruce con una pista forestal. Ascenderemos por la pista siguiendo las marcas rojas de nuestro sendero local hasta toparnos con la senda del Genaro que viene de El Atazar. Este sendero nos conducirá de nuevo hasta Patones de Arriba para finalizar nuestro recorrido en el aparcamiento de Patones de Abajo.
El tinao del águila
Se inicia el recorrido en las Eras de Trillar, en la zona alta del pueblo de El Atazar, baja hacia una zona de huertas y sube en dirección Peña Vallicar y el corral de los Cotorros, que deja a la derecha. La senda, bien visible, va atravesando un denso jaral con romero y se mantiene a cota, con ligeras subidas y bajadas. Se cruza un primer barranco llamado Culicalla que pone una nota de contraste con los fresnos y sauces que en él crecen. La senda continúa por la ladera de Cabeza Antón (1396 m) donde se pueden observar varios corrales ya abandonados. Se cruza el barranco de los Arredondos y se pasa al lado de un tinado hundido. La zona se vuelve más rocosa y finalmente se cruza el barranco del Águila, bastante profundo, para llegar a otro tinado, punto donde finaliza la senda. La vuelta se realiza por el mismo camino.
La ruta discurre en su totalidad por la Zona Especial de Conservación (ZEC) “Cuenca del río Lozoya y Sierra Norte”. La formación vegetal predominante es un jaral con romero, con una espectacular floración en la primavera, que da paso a sauces, fresnos y matorral espinoso en los barrancos que van jalonando todo el trayecto. El recorrido nos permite contemplar amplias panorámicas del embalse de El Atazar; del valle del Riato, con sus laderas repobladas de pinos; así como del Alto de Matachines, con la Sierra de Guadarrama como telón de fondo. Destaca el relieve abrupto y rocoso de las laderas de Cabeza Antón y de los barrancos de los Arredondos y del Águila, labrado sobre pizarras negras.
Respecto al patrimonio cultural la ruta parte del museo al aire libre de las Eras de Trillar donde varios paneles explican las distintas labores agrícolas. La senda también permite la observación de diferentes estructuras ganaderas como rediles y tinados de pizarra, actualmente abandonados. En el último de ellos, ya en el barranco del Águila, se pueden observar los nombres que grababan los pastores en las piedras. También es de interés el propio trazado de la senda construido aprovechando las pizarras del terreno.
Reserva de la Biosfera. GR-303
La Sierra del Rincón, situada entre los macizos de Ayllón y Somosierra, marca su límite con las provincias de Segovia y Guadalajara. Posiblemente la zona rural más auténtica y desconocida de la Comunidad de Madrid, cuenta con cinco municipios, La Hiruela, Horcajuelo de la Sierra, Montejo de la Sierra, Prádena del Rincón y La Puebla de la Sierra.
El GR303 que discurre en su totalidad dentro de los límites de la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón, permite al senderista recorrer y disfrutar de los cinco municipios de la Reserva de la Biosfera, contemplar su elevadísima biodiversidad y asomarse desde balcones privilegiados a unos paisajes de ensueño. También nos es una experiencia llana de contenidos etnográficos y de usos y costumbres asociadas a la actividad rural como las regueras, las majadas o la arquitectura rural de sus pueblos.
El itinerario que os proponemos es ideal para hacerlo por etapas, pernoctando en cualquiera de los pueblos de la Sierra del Rincón y poder experimentar la tranquilidad y la vida tradicional que en ellos se desarrolla.
Senda del Puerto Linera
Desde el Puerto Linera, a 1834m de altitud, se divisa parte del Valle del Lozoya, la sierra de la Cabrera, destacando el Pico de la Miel, el embalse de Riosequillo, Buitrado y Villavieja. A nuestra espalda está la provincia de Segovia, pudiendo ver entre otros, el pueblo de Matabuena. El nombre «linera» se debe quizá a la gran cantidad de lino que se comercializaba desde la comarca de Buitrago hasta los pueblos de Pedraza y alrededores. Ya se cita en un documento del año 1134, privilegio de repoblación de Alfonso VII como topónimo de demarcación del territorio; e igualmente se cita en el libro de montaría de Alfonso XI que recorrió esta sierra en numerosas cacerías de osos y jabalíes que daban vocerías (ojeos) desde el puerto linera hasta los toconososos.
En la respuesta que Lorenzana hizo en 1785 sobre Villavieja decía que «solo se puede pasar a finales de la primavera y el estío a causa de la mucha nieve que tiene».
El puerto tiene un mojón de piedras mucho mayor que los que delimitan los términos, ya que, según la tradición, era costumbre echar una piedra cada vez que se pasaba de un lado a otro para así hacerlo más visible cuando había nieve, ventiscas o niebla, y evitar que los transeúntes se perdieran.
Igualmente, en la zona conocida como el «moto» o cruce de caminos, se emplean hitos o «motos» que salpican todo el pinar para delimitar las expropiaciones. Desde aquí salen varias pistas como la de los toconosos y el cordel de los gallegos, este último prácticamente invadido por la vegetación de majuelos, acebos, enebros y piornos. También se puede tomar la variante de la pista del puerto, donde se halla el «cancho linero», por donde pasa el arroyo del collado espino. Existen varios afloramientos rocosos como: cancho águila, cancho el gato, peña muña, la peñota, o borrocazo.
Ruta de El Picazuelo
La ruta comienza en la iglesia de Santa Ana en Cinco Villas y sigue por la calle Mayor en dirección a la pista polideportiva, que deja a la izquierda. Continúa por un camino de tierra, que forma parte de la vía pecuaria Colada del Cerro de Cinco Villas, hasta llegar a una bifurcación, punto en el cual la senda toma el camino de la derecha internándose en un pinar. Ya dentro de la masa boscosa, la ruta inicia la subida al Picazuelo por una pista bien definida. El camino vuelve a dividirse y la senda continúa por la derecha mientras que en la siguiente bifurcación continúa por la izquierda. Termina en la zona más elevada donde se encuentra una antena con varias estaciones de telefonía móvil y repetidores de telecomunicaciones. El regreso se hace por el mismo camino.
El primer tramo del recorrido discurre por una zona de pastizales y plantas aromáticas como tomillo, mejorana y cantueso que mantiene un aprovechamiento ganadero. Abundan las especies herbáceas anuales que pasan el verano bajo la forma de semillas para evitar el calor y la falta de agua. Durante el otoño la lluvia hace crecer de nuevo los pastos.
El segundo tramo entra en el Monte de Utilidad Pública Cerro de Cinco Villas, repoblado de pino resinero. En la cima destacan las amplias panorámicas de la Sierra de Guadarrama, la Sierra del Rincón y el valle del río Lozoya con tres de sus embalses: Riosequillo, Puentes Viejas y El Atazar.
La Cascada del Purgatorio. Rascafría
El paseo a la cascada del Purgatorio es una de las rutas más emblemáticas que nos descubren el Valle del Paular. La ruta sigue parte del histórico camino de Madrid o de La Morcuera, que unía la Cartuja del Paular con la Corte madrileña a través del Puerto de la Morcuera.
La ruta comienza frente al monasterio de Santa María del Paular. Tomamos el camino que nos conduce al Puente del Perdón, construido durante la primera mitad del s. XVIII a instancias de la comunidad cartujana del Paular para salvar las aguas del río Lozoya. El camino discurre entre robledales por este tramo del camino histórico de Madrid. Pasamos el cruce que nos llevaría al albergue de los Abedules y en la zona conocida como Poza de los Pintores, tomamos el camino que sale a nuestra izquierda. El camino entre robles pronto se acerca al arroyo del Aguilón, del que ya no se alejara en toda la ruta. Este arroyo es uno de los afluentes más importantes del Lozoya.
A medida que avanzamos los robles comienzan a alternarse con pinos silvestres, que poco a poco irán tomando el protagonismo. Junto al arroyo abundan los árboles de ribera como alisos, sauces, arces, fresnos, abedules…
En la parte final del recorrido, que ahora transitamos por un sendero, surgen los imponentes cortados de Majada grande, paredes verticales que forman un congosto preludio de la belleza que forma el escalón geológico de las peñas del Purgatorio, por el que se precipitan las aguas del arroyo del Aguilón.
Para la vuelta tenemos una alternativa para no repetir la totalidad del camino. Al llegar al puente de madera, en vez de seguir de frente por donde vinimos, cruzamos el puente y seguimos el camino que bordea la ladera de la Umbría, y desemboca en el camino de Madrid, al que nos incorporamos hacia la derecha.
El Puente del Perdón.
Este precioso puente construido en sillería de granito, desde el que se contempla la monumentalidad del Monasterio del Paular, así como la que forman las montañas que nos rodean, fue construido en el s. XVIII y debió sustituir a otro puente, más modesto, pero con la misma finalidad, cruzar el río Lozoya para acceder al molino de papel de Los Batanes, donde los monjes fabricaban papel. Con este papel se imprimió el libro más importante de la literatura española “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha” en el año 1605.
También se cuenta que por este puente eran conducidos a la horca los reos, que eran ajusticiados en un paraje conocido como Casa de la Horca. El juicio se celebraba junto al puente, y cruzando este apelaban su sentencia, lo cual significaba su última oportunidad de salvar la vida.
El Espartal y los Altos del Hontanar
Los Altos del Hontanar constituyen un cordal montañoso que se escinde de la Sierra de La Morcuera y que cierra el Valle del Lozoya por su vertiente Este. Esta privilegiada situación, dividiendo los valles de Lozoya y Canencia, le otorga unas vistas inmejorables sobre ambos valles, además, de unas panorámicas sobresalientes del macizo de Peñalara, Cuerda Larga y los Montes Carpetanos.
Comenzamos nuestra ruta en Alameda del Valle, concretamente desde la Señal Vertical (S.V.) (SN81), situada en la C/ del Romero y nos dirigimos hacia Ref. Majada del Cojo / El Espartal. Nada más comenzar cruzamos el rio Lozoya y atravesamos el fondo del valle, una zona prácticamente llana, donde podemos ver praderas salpicadas de fresnos y robles donde pasta el ganado. A medida que avanzamos y nos aproximamos a la ladera, el camino va aumentando la pendiente y nos adentramos en una zona de robledal por la que ascendemos. Más arriba, el robledal se aclara, da paso a brezos y retamas y finalmente, tras una zona donde el camino se abre paso a través de las rocas que cortan la ladera, nos internamos en el pinar. Poco después llegamos el refugio de la Majada del Cojo, un refugio libre, donde llevando el equipo adecuado podemos pernoctar, o utilizarlo para descansar y reponer fuerzas. En cualquier caso, hagamos un uso correcto de este tipo de instalaciones para que estén disponibles para otros senderistas.
Junto al refugio encontramos la S.V. (SN141). Tomamos el camino que nos indica Pico el Espartal / Portachuelo de Canencia para poco después alcanzar el cordel y dirigirnos hacia la izquierda, por un amplio cortafuego por el que transita un camino. Un suave ascenso por este ancho camino nos conduce hasta el pico Espartal, al que reconoceremos por su vértice geodésico. Tras cruzar una alambrada, continuamos ahora por un sendero que desciende hasta el collado de las fuentes, y tras un repecho que remonta la ladera del Cerro del Águila, bajamos hasta el Portachuelo de Canencia. En este amplio collado, podemos ver la S.V. (SN46), y nos dirigimos hacia el camino de Navalmaillo (Pinilla del Valle / Alameda). El sendero, que tras internarse en el robledal se tornara en camino, desciende de manera continuada entre el robledal hasta llegar a las inmediaciones del Embalse de Pinilla, cuya cola o lugar donde el rio desemboca en el embalse cruzamos por un puente y continuamos hasta un cruce donde hallamos una S.V. (SN27). Aquí seguimos hacia la izquierda, en dirección Alameda / Oteruelo, nos encontramos en el Camino natural del valle por el que en apenas 30 min, regresamos de nuevo a Alameda.
Vuelta al Porrejón. MTB
Comenzamos la ruta en el puerto de La Puebla, donde existe un pequeño aparcamiento. Descendemos en dirección a Prádena del Rincón dos kilómetros y antes de llegar a la loma de La Morra, nos incorporamos a una pista de tierra que sale a nuestra derecha. El camino asciende suavemente hasta alcanzar el cordal de la loma y seguidamente nos internamos en un pinar. Tras el pinar salimos a una zona despejada, a nuestra derecha una fuente recoge el agua de las laderas del Porrejón y a nuestra izquierda, se nos abre una bonita panorámica de la Sierra Norte, con el valle del Lozoya entre las alineaciones montañosas de la Sierra de Guadarrama. Poco después alcanzamos el collado del Salinero y las vistas se completan hacia el Este, con la Sierra de Ayllón y el pico Ocejón al fondo. A nuestra derecha vemos la esbelta figura del Porrejón, que se eleva sobre nosotros con su falda de brezos rota por los afilados afloramientos de pizarra.
Continuamos por la pista, que tras un pequeño descenso vuelve a ascender faldeando la cuerda de la Astilla y finalmente alcanzando el collado de las Palomas. Tras el collado, descendemos hasta un cruce, tomamos el camino que sale a nuestra derecha, bordeamos el cerro Hierro y tras pasar un abrevadero salimos ala carretera M-130, a la cual nos incorporamos, en claro ascenso hasta alcanzar el Puerto de La Puebla.
Ruta del Espaldar. Lozoyuela.
Esta ruta se inicia desde la Oficina de Turismo de Lozoyuela y pasa por la Antigua Estación de Lozoyuela y la Antigua Mina de Wolframio.
La ruta comprende una gran variedad de paisajes; pinares, prados, dehesas de fresnos y monte bajo se suceden dando lugar a un mosaico natural cambiante a lo largo del recorrido.
También las vistas panorámicas cobran protagonismo en una zona en la que una gran roca, denominada “El águila de piedra”, nos permite observar el municipio en su completa totalidad, así como, el embalse de El Atazar, junto con otros pueblos de la zona.
La ruta tiene un encanto especial ya que, a lo largo del recorrido, que transcurre por la cara Norte de la sierra de La Cabrera, llaman la atención las caprichosas formas que adquieren las rocas de granito, modeladas por la acción de los elementos naturales tales como la lluvia, el viento o el hielo.
Se cruzará por el río Jóbalo, lo cual añade un componente aún más atractivo a todo el recorrido.
Vegetación:
En el inicio de la ruta, abundan los enebros, chaparros, cantueso y tomillo.
A un lado veremos la dehesa de fresnos y robles de Lozoyuela y se paseará entre pinos silvestres.
A medida que nos acerquemos a la cara norte de la Sierra de La Cabrera, el paisaje será más rocoso, donde predominarán las jaras y las retamas.
Fauna:
-Se podrán observar buitres, jabalíes, zorros, conejos y liebres.
Entre pozas y huertos
Entre Pozas y Huertos es un camino circular que nos trasladará a los orígenes agrícolas de nuestro municipio.
Su paisaje está íntimamente ligado al uso y aprovechamiento de los manantiales que descienden desde la cuerda que culmina en el Mondalindo, en el norte del municipio.
Nuestro camino pasa por diferentes pozas “Grande, Chica y del Prado Mayor”. Estos sistemas también se conocen como “pago” y riegan, mediante un sistema de turnos que cada año prepara el Alcalde de Aguas las fincas del lugar. Las caceras son los canales que, a modo de arterias, distribuyen el agua desde las pozas a las fincas.
El ecosistema predominante es el de soto o bosquete de ribera con: robles, endrinos, ciruelos, sauces y zarzales. Pájaros de bosque, pequeños mamíferos y, sobre todo, diferentes especies de anfibios habitan estos lugares y nos regalan sus cantos especialmente durante la primavera y el estío.
Peña de la Cabra
Peña de la Cabra es sin duda una de las atalayas más espectaculares de toda la Sierra Norte, con sus 1831 m de altitud y sin cumbres vecinas que le hagan «sombra» nos regala una panorámica 360 sobre la Sierra Norte y Ayllón.
La cumbre reina de la Sierra del Rincón, y no porque sea la más alta pero si la mas característica, es una cima relativamente fácil de alcanzar si iniciamos nuestra ruta desde el puerto de La Puebla, ya que comenzamos nuestra andadura a una altura de 1638 m. En el mismo puerto tenemos un pequeño aparcamiento. Desde aquí tomamos el camino que por el cordal se dirige hacia el Sur. A poco de comenzar pasamos por una antenas de comunicaciones y poco después el camino remonta una pedrera que lleva a una pequeña «ventana» para continuar caminando por el alomado cordal. Una vez en el cerro de la Portezuela, donde volvemos a ver unas antenas, descendemos hasta el collado de la Tiesa, pasando un poco antes por la caseta del reten de incendios (bomberos forestales).
Una vez en el collado, continuamos por el cordal incorporándonos a un sendero, que se va desplazando a la derecha del cordal para evitar los cerros que se suceden antes de llegar a la ultima rampa que nos deja de nuevo en el cordal, justo delante de Peña de La Cabra. El senderos asciende abriéndose paso entre rocas y brezos hasta la misma cumbre. Las vistas son extraordinarias, todo un circo de montañas nos rodea, hacia el Sur La Sierra de La Cabrera, Cuerda Larga y el macizo de Peñalara, al Oeste los Montes Carpetanos, al Norte Somosierra, que da paso a la Sierra de Ayllón con las Cebolleras, Pico del Lobo, Cerrón y el Cerro de la Calahorra, y el Este la continuación de la intrincada Sierra de Ayllón donde destaca al fondo el Ocejón.
Después de este atracón de panorámicas, volvemos sobre nuestros pasos hasta el collado de la Tiesa, donde tomamos la pista que sale a nuestra derecha y que faldeando la ladera por un hermoso pinar nos deja en la carretera, solo unos metros de subida por la carretera nos dejan de nuevo en el puerto.
Presa de Puentes Viejas
El embalse de Puentes Viejas es la tercera presa siguiendo el curso del río Lozoya. Su nombre proviene de la existencia de dos pontones a través de los cuales se podía cruzar el río. Los trabajos de construcción de la presa se iniciaron entre 1913 y 1914 y se realizó en dos fases. En la primera, finalizada en 1925, la presa alcanzó una altura de 43,5 metros, creándose un embalse de 22 millones de metros3. La segunda se dedicó a su recrecimiento y finalizo en 1939, gracias a ella, puede embalsar hasta 53 millones de metros3. Durante la Guerra Civil jugo un papel fundamental en la defensa de Madrid, defendida por el ejército republicano para evitar que se hiciera con ella el bando sublevado que podía provocar el desabastecimiento de agua a la capital, favoreciendo su asedio.
Os proponemos tres formas de acceder a ella desde tres poblaciones diferentes, Buitrago, Paredes y Mangirón, según desde donde decidáis iniciar la ruta.
Desde Buitrago. Distancia 9,1 km (ida), Desnivel: 181m↑ – 220m↓. Partiremos de la Plaza Picasso y seguiremos las indicaciones de la Señal vertical (S.V.) SN101 hacia Portachuelo Viejo / Cincovillas. Poco después, junto a las pistas deportivas, seguiremos las indicaciones de la S.V. (SN102) hacia Camino de Mangirón. Un bonito paseo junto al rio, nos deja unas preciosas panorámicas de Buitrago. Tras el paseo, pasamos por una calle que nos lleva a la entrada del pinar de la Gariñas, a poco de internarnos en el nos topamos con la S.V. (SN138), mantenemos la misma dirección hacia Presa de Puentes Viejas. Tras atravesar el pinar, cruzamos la carretera y accedemos a la dehesa de encinas de Sanchalvaro. En la S.V. (SN112) giramos a la izquierda y nos incorporamos al camino que nos lleva a la presa de puentes Viejas a través del encinar.
Desde Paredes de Buitrago. Distancia 1,8 km (ida). Desnivel: 43m↑ – 94m↓. Iniciamos nuestra ruta junto a la iglesia, siguiendo las indicaciones de la S.V. (SN130) hacia Presa de Puentes Viejas. Salimos del pueblo y tras una subida junto al arroyo malillo, cruzamos la carretera, pasamos un zarzo y descendemos a través de una zona despejada con encinas que nos va dejando ver las aguas del embalse. Tras la bajada, llegamos al embalse.
Desde Mangirón. Distancia 4,1 km (ida). Desnivel: 74m↑ – 154m↓. Partimos de la plaza del ayuntamiento donde se encuentra la S.V. (SN114), nos dirigimos por Colada de Peñas Varaeras hacia Presa de Puentes Viejas. Salimos del pueblo por un camino entre encinas, descendemos hasta una cancela tras la cual, el camino discurre entre paredes de piedra seca en un espacio amplio. Salimos a una zona despejada, donde vemos la S.V. (SN112), y continuamos hacia Presa de Puentes Viejas. Tras el encinar, nos incorporamos a la carretera que nos deja en la Presa.
Subida al Puerto de Peñaquemada
El inicio de la ruta coincide con la Ruta 1 hasta que esta se desvía a la izquierda. Hay que seguir de frente y tomar el camino que pasa junto al molino y cruza el arroyo en una curva para subir por una ladera de monte bajo hasta llegar al pinar donde está la barrera que impide el paso a los vehículos a motor. Aquí giramos la derecha remontando la pista que sube en zigzag hasta el refugio de Santuil.
Nuestro camino sigue de frente, ascendiendo hasta las praderas de la Fuente del Puerto donde nace el arroyo del Cigüeñuela. Seguimos por el collado, en dirección este, que divide las provincias de Madrid y Segovia con la vista del pico de Peña Quemada de frente.
Empezamos el descenso dejando Peña Quemada a nuestra izquierda para llegar al cortafuego que nos llevará hasta los Prados de la Vaqueriza. Cuando termina el cortafuego hay que girar a la izquierda para seguir esa pista forestal hasta llegar a una vereda que sale a nuestra izquierda por la que hay que descender.
Una vez fuera del pinar nos adentramos en un pequeño bosquete en el que están los fresnos de la reguera, reconocidos como árboles monumentales dentro de la Comunidad de Madrid. El camino sigue en una suave pendiente entre prados de pasto hasta llegar a Braojos y al final de nuestra ruta.
Vuelta al Cerro de la Cruz
El cerro de la Cruz conforma un monte isla en medio del valle del Lozoya, estos montes, debido a su composición de materiales más duros permanecen erguidos en comparación del paisaje circundante. La Sierra de La Cabrera o el cerro de san Pedro son otros ejemplos cercanos. Este cerro, a modo de espolón que se escinde de los Montes carpetanos, proporciona unas vistas espectaculares de gran parte de la Sierra Norte. Os proponemos dos rutas para conocer el cerro ninguna llega a la cima, al ser esta una finca privada. Una nos permite circunvalarlo para conocer todos los paisajes que lo rodean, la otra atraviesa el cerro por uno de sus collados, lo que nos permite realizar un recorrido en altura muy interesante.
Comenzamos en Lozoya frente al antiguo cementerio, donde se halla un cruce de la Red Carpetania. En este cruce tenemos la Señal Vertical (SN125), seguimos las indicaciones hacia portachuelo de Navarredonda. Un ascenso tendido por una pista nos deja en El Portachuelo tras una variada sucesión de paisajes de pradera, robledal y pinar. Justo en el Portachuelo tenemos otro cruce donde vemos la S.V. (SN47). Aquí podemos optar o por descender hacia Navarredonda para circunvalar el cerro, siguiendo la misma dirección que llevábamos o girar a la derecha hacia Gargantilla para a travesar el cerro a través de Los collados. Si decidimos circunvalarlo, bajaremos a través de la Dehesa de La Umbría a Navarredonda, donde tomaremos el camino de las moralejas hacia San Mames en la S.V. (SN124). El camino a través de un bonito robledal nos lleva hasta otro cruce donde seguiremos las indicaciones de la S.V (SN147) incorporándonos al camino de Reimoros hacia Gargantilla. Una vez en la plaza de Gargantilla, seguiremos las indicaciones de la S.V. (SN48), incorporándonos al camino de Lozoya. Tras pasar el camping, cruzamos una carretera y caminamos paralelos a la carretera por un vía pecuaria, para luego incorporarnos al camino natural del valle en (SN155) continuando nuestro camino hacia Lozoya.
Si decidimos atravesar el cerro, en el Portachuelo seguiremos las indicaciones de SN47 hacia Gargantilla por la cañada del tercio nuevo. El camino atraviesa un terreno en altura que combina robledales con zonas despejadas, ya en la parte más alta se nos abren estupendas vistas del valle antes de descender por un sendero hasta el camino que nos lleva a Gargantilla. En la plaza nos encontramos con la S.V. (SN48), donde se unen de nuevo ambas rutas.
Circular Peña la Cabra
La Peña la Cabra es una las cumbres más significativas de la Sierra Norte, no tanto por su altura pero si por su inconfundible silueta, visible desde casi todos los puntos de la Sierra. Su forma piramidal, compuesta de pizarra llama la atención y es una ascensión obligada para los senderistas que se acercan a la Sierra Norte. Circunvalar esta mole de pizarra, nos ofrece una multitud de paisajes de gran belleza, en donde se combinan cordales con unas magníficas panorámicas, robles centenarios, caminos tradicionales de mampostería en pizarra, pueblos de arquitectura negra y una naturaleza exuberante. Os proponemos una ruta ideal para completarla en dos días, pernoctando en Puebla o en Robledillo o Berzosa.
Comenzamos nuestra ruta en Berzosa del Lozoya, un bonito pueblo rodeado de un mar de jara y posado en una ladera que le otorga unas preciosas vistas. Desde la señal vertical (S.V.) SN43, nos dirigimos hacia Collado de Peña Parda. Tras salir por la parte alta del pueblo, nos adentramos en la dehesa de robles y vamos ganando altura suavemente mientras caminos en diagonal por la ladera. El robledal da paso al pinar y tras incorporarnos a un camino a nuestra derecha que gana en pendiente, alcanzamos el collado de Peña Parda. Caminamos ahora por el cordel, a medida que ascendemos las vistas son sublimes, roquedos afilados, pinos moldeados por el viento, praderas alpinas y algunas construcciones en ruinas, algunas de ellas restos de refugios y puestos de comunicaciones de la Guerra Civil, a nuestra derecha vemos la mole piramidal de Peña la Cabra. Tras recorrer todo el cordel, llegamos a una pista forestal al a que nos incorporamos a la derecha, y que nos conduce al Collado de la Tiesa, donde tenemos la S.V. SN36. Desde aquí nos dirigimos hacia Collado Larda / La Puebla, pero antes, no podemos dejar escapar la cumbre de Peña la Cabra, para ello, debemos tomar el senderos que a través de la loma y señalizado con hitos de piedra se dirige a la cumbre. Desde Peña la Cabra tenemos unas increíbles vistas sobre toda la Sierra de Guadarrama y las sierras adyacentes, la Sierra de Ayllón, el embalse de El Atazar…Después del atracón de vistas, volvemos sobre nuestros pasos al collado de la Tiesa. El camino desciende y nos internamos en un hermoso pinar que alterna zonas de pradera que nos dejan unas vistas espectaculares del Valle de La Puebla y de las cumbres que encierran el valle.
Llegamos al hermoso collado Larda, un paisaje idílico de praderas verdes salpicado de afiladas pizarras que afloran del suelo. Seguimos las indicaciones de SN110, hacia Puebla, unos retorcidos robles nos acompañan el inicio del descenso. Entre jaras, robles centenarios y algunos viejos tinaos llegamos a Puebla. Puebla es uno de los pueblos con la arquitectura más cuidadas de la Sierra Norte, sus casas de pizarra y sus estrechas calles invitan a un tranquilo paseo y a disfrutar del paisaje que envuelve al pueblo.
Después de un merecido descanso volvemos sobre nuestros pasos al Collado Larda, esta vez seguimos las indicaciones de SN110 hacia Robledillo, continuando por el camino del cartero. Tras pasar el collado tomamos el sendero que serpenteando entre brezos, jaras y robles va recorriendo la ladera que forma el macizo de Peña la Cabra, sorteando las vaguadas que forman los arroyos que dejan caer sus aguas al rio de La Puebla, del cual vemos el profundo barranco que ha formado en el fondo del valle. En esta zona podemos contemplar el valioso patrimonio viario que contiene estos caminos serranos, auténticas obras de arte en mampostería, realizadas con lajas de pizarra, que durante años los vecinos fueron construyendo para adecuar el camino al relieve montañoso de la zona. Tras pasar el rio del Riato, nos internamos en una zona de pinar y ascendemos diagonalmente por la ladera hasta llegar a un collado a los pies del cerro Porrejón. Desde aquí, podemos ver la población de Robledillo a la que nos dirigimos.
Antes de llegar a Robledillo nos topamos con la S.V. SN90 hacia Berzosa, un camino vecinal nos conduce a Berzosa, donde comenzamos nuestra caminata.